Por Martha Andrés Román
Washington, 31 ago (Prensa Latina) A menos que hoy ocurra alguna inesperada reversión de última hora, Estados Unidos aplicará desde este domingo tarifas del 15 por ciento a productos chinos valorados en 112 mil millones de dólares al año.
Se trata de otra escalada en la guerra comercial impulsada por el presidente norteamericano, Donald Trump, la cual, según medios y expertos, tendrá un mayor impacto sobre los consumidores estadounidenses que rondas anteriores de aranceles.
Cuando el 1 de agosto Trump anunció la decisión de aplicar estos nuevos gravámenes a partir del 1 de septiembre, dijo que serían del 10 por ciento y que el total de mercancías afectadas equivaldrían a 300 mil millones de dólares al año.
En medio de las críticas sobre el efecto negativo de esos gravámenes, Washington anunció el 13 de agosto que retrasará hasta el 15 de diciembre la imposición de aranceles a productos como teléfonos celulares, computadoras portátiles, consolas de videojuegos, juguetes, y ciertos artículos de calzado y ropa.
Además de prorrogar los impuestos a esas mercancías, la Oficina del Representante Comercial del país afirmó en un comunicado que algunos bienes serán totalmente eliminadas del listado original «en función de la salud, la seguridad nacional y otros factores».
Frente a la creciente agresividad arancelaria del mandatario republicano, Beijing decidió el 23 de agosto aplicar desde el 1 de septiembre tarifas de un cinco y 10 por ciento a mercancías norteamericanas valoradas en 75 mil millones de dólares anuales, entre ellas autos y productos agrícolas.
Molesto por esa respuesta del gigante asiático, Trump determinó llevar el enfrentamiento aún más lejos, y ese mismo día dio a conocer que los gravámenes que Estados Unidos comenzará a aplicar mañana serán del 15, en lugar del 10 por ciento previsto anteriormente.
Además de eso, informó que a partir del 1 de octubre elevará del 25 al 30 por ciento las tarifas que se aplican desde hace varios meses a mercancías importadas de la nación oriental con valor de 250 mil millones de dólares al año.
De tal modo, este domingo será un 15 por ciento más caro para las compañías estadounidenses comprar mercancías chinas estimadas en 112 mil millones de dólares anuales, las cuales incluyen productos tan variados como relojes inteligentes, televisores, zapatos, pañales, artículos deportivos, carne y productos lácteos.
Por primera vez desde que Trump lanzó su guerra comercial, los hogares estadounidenses enfrentan aumentos de precios, porque muchas empresas dicen que se verán obligadas a transmitir a los clientes los costos más altos que pagarán por las importaciones, reportó ayer la agencia Associated Press.
En ese sentido, la firma financiera J.P.Morgan señaló que la nueva ronda arancelaria se centra en el consumidor y le costará a las familias norteamericanas un promedio de mil dólares al año.
A ello se une que más de 160 grupos industriales han condenado estas tarifas y la escalada en el enfrentamiento comercial, en tanto más del 30 por de las empresas estadounidenses están culpando a los aranceles por las decepcionantes ganancias del segundo trimestre, según un análisis de la compañía financiera Wells Fargo.
Pese a todas las condenas que recibe por este tema, Trump atacó ayer a «compañías mal administradas y débiles» que, según él, lo acusan falsamente de ser afectadas por los impuestos a China, y volvió a dirigir su ira contra la Reserva Federal (Fed).
«Si la Fed recortara (las tasas de interés), tendríamos uno de los mayores aumentos del mercado de valores en mucho tiempo. Las compañías mal administradas y débiles culpan inteligentemente a estos pequeños aranceles en lugar de a sí mismas por una mala gestión… ¿y quién puede realmente culparlas por hacerlo? ¡Excusas!», escribió en Twitter.
El gobernante incluso defendió su polémica estrategia después de que el senador republicano Pat Toomey dijo que «no hay dudas» de que la guerra comercial está contribuyendo a una desaceleración de la economía.
«¿Qué quiere Pat Toomey que haga? ¿Quiere que levante las manos y deje que China continúe estafándonos?», manifestó el jueves en una entrevista con Fox News Radio, aunque agregó que continuarán las conversaciones con Beijing en busca de un acuerdo comercial.
Pero no se ha anunciado una fecha para nuevas negociaciones entre los dos países, que se han alejado mucho después de que en mayo Trump llegara a decir que estaban cerca de un pacto «épico».
El jefe de la Casa Blanca ha hecho de los logros económicos de su administración su principal carta para buscar ser reelegido en los comicios presidenciales de 2020, pero podría tener malas noticias si sus tarifas tienen el efecto negativo pronosticado por expertos, y si la población comienza a sentir con más fuerza su peso.